Badreddine Haoutar tiene tantas facetas como talentos. Tras deslumbrar al público con sus acrobacias y actuaciones de circo, se entregó a su otra gran pasión: rebuscar en cintas de música. Se embarcó en una búsqueda incansable de estos tesoros analógicos. Su colección, que hoy supera las 20.000 cassettes, es un auténtico archivo sonoro de la música del norte de África.
Como coleccionista convertido en DJ, Snoopy rompe las fronteras entre géneros musicales. Crea mezclas únicas combinando joyas raras del chaâbi, raï, rap y gnawa. Sus sesiones son una auténtica celebración de la diversidad cultural del Magreb: al rescatar estas cintas antes de que caigan en el olvido, lleva a su público a un viaje sonoro que da nueva vida al patrimonio musical magrebí.